martes, 11 de marzo de 2014

Levantando lo inecesario

Ha pasado mucho tiempo desde que Bea publicó y se supone que yo iba a escribir a la semana siguiente. Siento haber tardado tanto tiempo, pero entre facultad, prácticas y exámenes lo poco que escribía quedaba desfasado a los dos días.
Pero bueno, ahora que me he puesto de nuevo he dado con un tema que muchos de vosotros no conoceréis ya que está relacionado con la ciudad donde vivo: Granada. En esta bonita y turística ciudad la población crece a diario, creciendo los pueblos del cinturón a una velocidad vertiginosa. Para aquellos que no lo sepan, los pueblos del cinturón de granada son los que rodean la ciudad y que encontramos a menos de veinte minutos de la misma. Pues bien, estos pueblos suelen tener (o solían) tener una gran extensión de campos de cultivo, la denominada vega de Granada, pero que estamos perdiendo por el crecimiento de dichos pueblos.

Pues bien, en el que yo vivo, Armilla, está en proceso de construcción uno de los centros comerciales más grandes de toda España: el parque comercial Nevada. Va a ser un gigantesco lugar en el que se instalarán más de 250 empresas y que generará 6000 puestos de trabajo. Hasta aquí todo bien. Pero no todo es bien en este lugar ya que en abril de 2007 sus obras se paralizaron porque habían construido en terreno no edificable, y hasta que no se solucionó, las obras no se retomaron. Podríamos sacar algún problema más, pero ese es el más sonado.
Podríais pensar que esto que escribo va a tirar por el ecologismo y derivados, pero no. Creo que antes deberíais saber que en Granada ya tenemos otros cuatro centros comerciales, con sus cines y tiendas y tres de ellos no tienen ni diez años.

Ahora sí que quiero preguntar, ¿era necesario otro? A pesar del crecimiento de la ciudad, ¿es necesario otro lugar donde tener lo mismo? Y con lo mismo me refiero a un cine, Mediamarkt, tiendas de ropa, restaurantes de comida rápida... La lista es interminable. Y no solo vamos a construir otro, sino que vamos a construir uno que es como tres de los cuatro antes mencionados juntos. Un monumento a nuestro consumismo, vamos. Yo paso a diario por su lado, he visto todo el empleo que está dando y sé las cifras del que dará, pero no es necesario otro sitio así.

Neptuno es el centro comercial más antiguo de la ciudad, se sitúa completamente en el centro y mantiene sus puertas abiertas todavía, aunque ya solo quedan unas pocas tiendas, un cine y una discoteca. La gente ha dejado de ir por los otros tres que abrieron y ahora creo que va a suceder lo mismo con estos por el Nevada. Los empleos de los otros lugares se destruirán, como ocurrió en Neptuno, pero esas cifras por ahora no cuentan. No son importantes para muchos.

En nuestra sociedad hemos llegado al punto en que lo último se ha convertido en algo "necesario". Lo pongo entre comillas porque esta necesidad no es real. No es cierto que haga falta tener el último móvil, ni que haya que ir a la último local de moda para pasárselo bien, ni que haya que llevar la última camiseta que ha presentado Blanco o H&M en su colección. A mi me han llegado a llamar "prehistórico" por seguir yendo a los cines de Neptuno porque el centro comercial es el más viejo. Solo por eso. Podréis pensar que ese lugar está que se cae a trozos, pero no, es perfecto.

De vez en cuando la cosa se nos va de las manos, cada vez con más frecuencia, pero creo que con este asunto ya nos hemos pasado de la raya. Nos pasamos hace ya mucho, ¿pero cuándo?



jueves, 16 de enero de 2014

Que la iglesia deje en paz mis ovarios.

Hace ya más de un mes se supo a través de todos los medios que nuestro actual gobierno pretende cambiar la ley del aborto. Algo así como "reforma del aborto", que viene a cambiar la anterior ley, aprobada en 2010 por el PSOE, por la cual la mujer podía decidir si tener a su hijo o no. 
Lo que ahora se propone, un anteproyecto, un susto antes del infarto, es volver a una ley aprobada en 1985. Esta ley, resumida de aquí, solo permitía abortar a las mujeres en (cito textualmente): caso de grave peligro para la vida o la salud de la mujer (sin plazo y con dictamen médico) y por violación (hasta las 12 semanas). La nueva ley que se propone incorpora algunos cambios que tienen que ver con la malformación del feto, por los que se podrá abortar si supone un peligro psíquico para la madre (otros datos que saqué de esta entrevista a Gallardón).
También se puede ver en los periódicos, y no tanto en la televisión, quien apoya esta ley. Otro titular de eldiario.es decía así: "Grupos ultracatólicos y expertos antiabortistas asesoraron al Ministerio sobre la nueva ley", u otro en el que el Papa Francisco es el protagonista de este artículo de La Razón, en el que dice que <<es un horror pensar en los niños víctimas del aborto>>.
En esos mismos periódicos y en otros podéis encontrar cientos, ¡miles! de opiniones sobre esta ley.

Empezaré comentando algo que me parece obvio: nadie quiere abortar. Las personas que apoyamos el aborto libre no disfrutamos o disfrutaríamos abortando. No nos levantamos una mañana pensando: "Oh, hoy me apetece abortar". No vamos a abortar por placer, NADIE aborta por placer. En la mayoría de los casos, estoy casi segura de que supone cierto trauma para la mayoría de las mujeres y estoy completamente segura de que en todos los casos pasan un mal trago (tanto la mujer como su pareja). No nos gusta el sadismo, porque se pueda abortar no vamos a usar menos los métodos anticonceptivos.

Ahora os pregunto: ¿Habéis pensado en cuantísimas mujeres se han quedado embarazadas sin quererlo, pero a la vez queriendo tener un niño y no han podido por motivos económicos? Pensad un segundo en ellas. Seguramente las que no tengan recursos económicos serán las que más sufran esta ley absurda. Las mujeres con dinero podrán viajar a Londres y otras ciudades. Pero encima de no poder tener a tu hijo, quieras o no, tendrías que tenerlo y criarlo como más buenamente pudieras. O darlo en adopción, que también supone una fiesta para nosotras, ¿sabéis?

En segundo lugar, no necesitamos un motivo, pero siempre lo tenemos. Que lo compartan o no nos trae sin cuidado. Si una mujer no quiere tener un hijo, esta en su derecho de decidirlo. Es ella la que lo va a tener dentro, la que lo va a criar, a educar, a mantener, a alimentar. "Es una apuesta por la libertad de la mujer", mentira. La libertad de la mujer esta en decidir. No hay más que ver quien apoya la ley, grupos europeos de extrema derecha y sobretodo, la iglesia. La iglesia, esa gran machista que siempre ha querido tener a la mujer sumisa y como un objeto. Si creéis en Dios, estupendo, pero que la iglesia deje en paz mis ovarios.

Sigo comentando algo que es un hecho. Que cientos de mujeres mueren todos los años en países donde el aborto es ilegal intentando abortar de forma clandestina. Que el aborto sea legal haría que estas prácticas no se llevasen a cabo. No, las mujeres que abortan clandestinamente no están locas, están decidiendo por su cuerpo.

No es matar. Aquí nadie está matando (bueno si, el Gobierno, pero ese es otro asunto). No es lo mismo un embrión de unos días o alguna semana que un feto de siete meses. Por eso existe un límite de tiempo para abortar, algo equilibrado entre la libertad de la mujer y la del embrión, una ley aprobada en casi todos lo países europeos. En los casos de aborto por malformación, dice Gallardón que él tendría a un hijo con malformaciones. Debo decirle, señor Gallardón, que tener un hijo con algún tipo de problema de nacimiento supone un gasto y una dependencia que en España no todo el mundo se puede permitir, al contrario que usted. De nada.

Si el Gobierno de verdad quiere reducir el número de abortos podría empezar por la educación. Sabemos y nos hemos dado cuenta de que es algo que no le importa mucho. Pero es así, si educas en materia sexual, si informas sobre las miles de formas que hay hoy en día de no quedarte embarazada, se reducirán.
También podrían quitar el impedimento económico que supone comprarse una píldora del día después, que en estos tiempos que corren supone quitar más de un plato de comida de la mesa.

Y además digo, ¿para qué quiere este gobierno machista que tengamos hijos? ¿Para que después no puedan comer, ni ir al colegio, ni al médico, ni a la universidad? Para dejarlos a su suerte en cuanto nazcan. Para quitarles los derechos, las oportunidades, las necesidades básicas. Dejen de dar dinero a la iglesia, a los bancos, a la monarquía y a los políticos y otras cosas inútiles y dénselo a las personas, a los colegios, a las guarderías, a los hospitales. Verán como además así se reduce el número de abortos. Una familia con recursos económicos es una familia que puede tener hijos, y lo más importante, tenerlos bien. Preocúpense ustedes más de cuidar a los vivos y menos de los que aún no han nacido y por favor, saquen sus opiniones "progres" de nuestras vaginas.

martes, 17 de diciembre de 2013

Inauguración, sin lazo ni ceremonias formales.

Sanando el periodismo, por Alex "Doc".

Saludos a todos. Me presento como lo que soy: un estudiante de medicina de Granada que tiene pasión por leer y escribir, que se preocupa por el momento que vivimos, que tira a la izquierda, que no tiene pelos en la lengua y que le encanta ser directo con las cosas.
Esta idea de "sanar el periodismo" viene del gusto por escribir que compartimos Bea y yo. Ella, norteña en pleno apogeo, y yo, sureño con más pintas de guiri que de granadino, nos conocimos a través de una muy buena amiga suya y novia mía. Tras varias charlas por Whatsapp y por Twitter decidimos embarcarnos en esta aventura y pasar más tiempecito delante del ordenador escribiendo.
No queremos que esto sea un periódico, ni que sea un noticiario. Queremos dar nuestra opinión respecto a política, hechos importantes, actos culturales...
Os preguntaréis cómo vamos a llevarlo, pues bien, intentaremos (y digo intentaremos, porque somos estudiantes y cumpliremos antes con nuestros quehaceres que con esto) publicar una vez por semana. Cada semana lo hará uno de nosotros dos, con el tema que le plazca y con la extensión que quiera.
 Así que bueno, solo me queda dar las gracias a todas aquellas personas que nos vayáis a leer y que nos leeréis, porque esto, sin lectores no sería nada.


¡Un abrazo!

... y por "Baifo":

Me presento: soy una joven estudiante, preuniversitaria (como dice mi profesor de filosofía), que pretende ser algún día una periodista de verdad. Pero hoy, ahora mismo, en este momento exacto, no lo soy. Aunque ser periodista no quiere decir tener una carrera (solo hay que poner la televisión), uno de mis primeros proyectos como intento de periodista es este, y espero poder parecerme a una (cito de la RAE) "persona legalmente autorizada para ejercer el periodismo". Un proyecto desinteresado, seguramente desordenado y puede que ni regular. Haré mucho esfuerzo, de verdad. Tanto que cuando escriba intentaré que no sean los sentimentalismos metafóricos a los que estoy acostumbrada, sino esto.
"Sanar el periodismo" incluye (ya que es nuestra invención incluye lo que nosotros queremos) una noticia o asunto y una opinión. Mi opinión, la de Alex. Perfectamente criticable y puesta al público para algo. Para crear una polémica siempre dentro del respeto. No pretendemos matar a nadie (o a casi nadie) verbalmente ni convenceros a todos de que nuestra opinión es absoluta y verdadera. Es más, ni si quiera creo que Alex y yo estemos de acuerdo en absolutamente todo. Solo esperamos hacer algo que nos gusta y que guste a los demás.

Al fin y al cabo, solo son dos opiniones más de no se cuantos miles de millones.

Saludos desde el desierto helado en el que vivo.